viernes, 13 de junio de 2014

El Hogar del Peregrino

Esta primavera hemos tenido la oportunidad de observar el comportamiento de una familia de Halcones Peregrinos que había establecido su hogar en una grieta que asoma a un cortado inaccesible. 

Halcón Peregrino

Han tenido tres pollitos que hay que alimentar. Por eso los adultos vuelan en busca de comida y vuelven con sus presas para saciar a sus retoños.

Halcón Peregrino

Cuando uno de los adultos se aproxima al cortado, los pollos chillan y el adulto se posa, receloso, a cierta distancia del nido hasta que comprueba que no hay peligro.


Halcón Peregrino
Halcones Peregrinos

Y luego el adulto reparte la comida entre sus pequeñuelos.
Halcones Peregrinos


Halcones Peregrinos

Pero una de las crías no ha participado del festín como sus hermanos porque uno de ellos le ha propinado un fuerte picotazo advirtiéndole que a él le toca comer en primer lugar.

Halcones Peregrinos
Halcones Peregrinos
Halcones Peregrinos

Los adultos seguirán cazando para sus chiquillos. Volarán surcando todos los rincones del valle y se posarán en una atalaya para vigilar cualquier movimiento que alerte de la presencia de su próxima captura.


Halcón Peregrino